Sirve para aromatizar el conejo, el cordero, el cerdo y la caza (asados y brochetas), las aves de corral, el pescado, las salsas, las sopas (sobre todo la sopa de tortuga), las ensaladas, las hortalizas en vinagre y en las parrilladas de verduras. También las patatas fritas con unas hojitas de romero quedan exquisitas.